La Antorcha

…De inmediato pienso en las deliciosas palomitas de mantequilla, esas brillantes pulseras de colores, los inmensos globos, no faltaba la foto del recuerdo montado arriba de los elefantes, y los divertidos o a veces tétricos payasos. El Circo, el lugar mágico en donde las sorpresas más increíbles le esperan a cada niño, toda una serie de actos nos preparaban para recibir a los atrevidos trapecistas, colgados de unos cables volando por las alturas de la carpa. Era sin duda el momento más esperado por pequeños y grandes, capaz de hacer sentir un nudo en la garganta de cualquiera. Siempre con una sonrisa en el rostro y con trajes entallados se presentaban los héroes de la noche, el grupo de trapecistas. ¡Qué miedo! –Pensaba yo- ¿Acaso, habrá alguien que con gusto arriesgue su vida delante de cientos de personas? Es un gran espectáculo, asombroso pero, viéndolo bien, bastante terrorífico a la vez. Seguramente sería una de las últimas cosas que me atrevería hacer, eso de estar volando por l...

Continuamente me he sentido atemorizado por la oscuridad, en realidad creo que desde pequeño conseguí este miedo en particular. Cuando era niño mis padres eran misioneros en un rancho de México, una zona rural y montañosa. Nuestra casa era una pequeña palapa con divisiones de tela, no contábamos con servicio de energía eléctrica, los servicios sanitarios se encontraban a unos metros fuera de la casa. Para mí, ir al baño durante el día no significaba ningún problema, el enorme reto era ir cuando la noche caía, una  oscuridad densa rodeaba la casa y mi zona de seguridad y valentía eran alteradas. El simple hecho de pensar en ir al baño en la noche me provocaba mucho miedo, creo que había logrado que la luz de mi casa fuera el lugar más cómodo para mí, y las tinieblas el lugar menos deseado. Muchas veces cuando recuerdo esta historia me doy cuenta que muchas veces sigo ahí mismo, en la puerta de mi casa viendo a la oscuridad con gran temor. Me he acostumbrado a no exigirme más que so...